Thursday, September 26, 2019

¿Suena mejor el vinilo que el CD?



Cualquier persona que compre discos con regularidad sabe que, de un tiempo a esta parte, el vinilo se está vendiendo cada vez más. Es cierto que las ventas de música en general bajan muchísimo cada año, pero de las ventas existentes, un porcentaje cada vez mayor corresponde a discos de vinilo. Recuerdo ir al Corte Inglés un día de finales del 2005 a preguntar por un disco concreto en vinilo y me respondieron que en ese formato sólo tenían Playing the Angel de Depeche Mode, de manera excepcional y porque acababa de salir. Estuve en el mismo lugar hace un mes, y la sección de música es más pequeña que antes, pero tienen dos estantes llenos de vinilos, más unas cuantas cajas recopilatorias de doscientos o trescientos euros, que también están de moda. Hoy por hoy, cualquier disco que sale de un artista de mínima relevancia (por limitado que sea su público, léase death metal progresivo, por ejemplo) va a aparecer en CD, en iTunes, en todos los streamings posibles... y en vinilo. ¿A qué se debe esto? Si las ventas de música están cada vez más restringidas a los melómanos, y de ellos cada vez más se deciden por el vinilo, que además suele ser más caro, será porque el sonido del vinilo es mejor, ¿verdad?

La respuesta es un decisivo y contundente sí... pero no.

Esta contradicción se debe a que influyen dos aspectos: el científico y el comercial.

Monday, April 1, 2019

Budapest: Isla Margarita una mañana de primavera


Aprovechando los pocos días que los cerezos y los almendros están en flor, y que esta semana tuve turno de noche, el viernes por la mañana cogí el tranvía hasta la isla Margarita para dar un paseo con Mileth en las orejas y la cámara de fotos en la mano. Hacía una mañana preciosa, con diez o doce grados de temperatura, nada de brisa y un solete maravilloso que te acariciaba la cocorota, y las únicas personas que había eran jardineros, corredores y dueños de perros, cuyos bichos peludos eran pura felicidad y no paraban de corretear y revolcarse. De ser perros, vaya.

Las fotos son todas mías. Por supuesto, no captan ni el 10% de la belleza del parque ese día, pero espero que te guste al menos alguna. Puedes agrandarlas si pinchas en ellas, y si te resulta más cómodo, puedes verlas en la página de Facebook de Mochila Feliz, en el álbum titulado Isla Margarita una mañana de primavera.

Si no ves las fotos, pincha en Read more:

Wednesday, March 27, 2019

Otra bomba encontrada en Budapest

Hablábamos hace poco de una pintada en ruso que marcaba un edificio como registrado en busca de minas y de las muchas bombas no detonadas que se siguen encontrando en Budapest. Pues bien, este lunes 25 por la tarde se encontró otra durante las obras de renovación de la plaza Vörösmarty, la más central, turística y transitada de la ciudad. Cientos de personas pisaron cada día encima de esta bomba durante los últimos 74 años. Se conoce que por allí no pasó nuestro amigo el lugarteniente Gustavev...





Fotos de index.hu, allí encontrarás más si te apetece verlas.

¡Bombas, bombaaas! ¡Exta sí! ¡Exta no! ¡Exta me gusta pero no explotó!

Thursday, February 14, 2019

El graffiti del buscaminas ruso


Una de las cosas más chulas que encontré en Budapest recientemente es esa pintada en ruso medio desvanecida. Dice esto:

ПРОВЕРЕНО
МИН НЕ ОБНАРУЖЕНО
„РЕФЛЕКС“
7-3-45 л-т Густавев

Traducción:

REGISTRADO
MINAS NO ENCONTRADAS
«REFLEX»
7-3-45 Lte. Gustavev

En los últimos meses de la segunda guerra mundial, cuando los rusos ya avanzaban implacables hacia Berlín, Budapest se les atragantó un poco, y desde que llegaron el 29 de octubre de 1944 pasaron 108 días hasta que la tomaron por completo, el 13 de febrero del año siguiente, hace hoy 74 años. Las consecuencias fueron montones de cosas rotas, gente sangrando cantidad y muchos explosivos no detonados, tanto proyectiles como minas. Cada poco tiempo encuentran uno de estos explosivos (generalmente en obras de construcción o similares) y tienen que paralizar y evacuar la zona donde se encuentra, y de verdad que la frecuencia sigue siendo relativamente alta a día de hoy: los tres primeros resultados de buscar en Google «wwii bomb found budapest» son noticias de 2013, 2016 y el verano pasado. Si siete décadas más tarde y con la ciudad completamente reconstruida y ampliamente expandida siguen apareciendo bombas, imagínate cuántas habría al acabar la batalla. Lo peor no son las bombas que caen desde nosecuántos metros de altura y no explotan, porque esas seguramente tampoco van a explotar si les das una patada tú, sino las minas, que están ahí puestas y ahí quedan, no cambian de bando ni se desactivan aunque reciban la circular de que la guerra terminó. Recién conquistada una ciudad, antes de hacer nada en ella hay que llevar a cabo una cuidadosa limpieza. Y en eso pasaron el día nuestro amigo el lugarteniente Gustavev y su compañía Reflex el 7 de marzo de 1945.

Wednesday, September 19, 2018

Un cierto fluido rosa



Llevo todo lo que va de 2018 loco con Pink Floyd. No sabría decir exactamente por qué ni cómo empezó este repentino entusiasmo, pero a finales del año pasado me dio la venada y me compré una caja recopilatoria con todos los discos de estudio. En el momento de comprar la colección había algunos álbumes que conocía muy bien (los más famosos) y otros de los que no reconocía ni un título de la lista de canciones. Por eso, mi intención era escucharlos todos por orden cronológico, pero esta vez empapándome bien de cada uno antes de pasar al siguiente, descubriendo todos sus detalles, que intuía que serían muchos, y disfrutándolos con calma, como hacía cuando era pequeño y los únicos discos que había a mi alcance eran los de mi madre y los que le cogía prestados a mi primo.

Enseguida descubrí, para mi asombro, que Pink Floyd es muchísimo más que esos quince álbumes. De hecho, si te quedas en las grabaciones de estudio, no llegas ni a la mitad de Pink Floyd, lo cual descubrí gracias a una gigantesca caja de cajas que editaron hace muy poco, además del interminable y fantástico mundo de los bootlegs. Hay canciones que tocaron en conciertos durante años y nunca aparecieron en sus álbumes, salvo algún recopilatorio por ahí perdido. Tienen singles que grabaron en los primeros años en un estilo musical muy distinto, que recuerda más a los Beatles que a otra cosa. Hicieron dos suites conceptuales, al estilo de las existentes en la música clásica (tales como Peer Gynt de Grieg o Los planetas de Holst), tituladas respectivamente The Man, que describe 24 horas en la vida de una persona cualquiera, y The Journey, un viaje imaginario por paisajes fantásticos. Fueron pioneros en el uso del estéreo cuadrafónico en directo, que la gente se quedaba flipando al oír cosas que daban vueltas a su alrededor (¡era 1969!). Hicieron bandas sonoras para películas, algunas completas, otras parciales. ¡Hicieron una pieza para la retransmisión en directo del aterrizaje del Apollo 11 en la Luna! Hicieron una colaboración con una compañía de ballet francesa. Hicieron mil y un experimentos en el estudio. Y lo más importante: cuando tocaban en directo, las canciones se transformaban por completo. Nunca dejaban de desarrollarse. Si componían una canción, empezaban a tocarla en conciertos, cada vez iba cambiando un poco, cuando entraban en el estudio la grababan como estuviera en ese momento (o como mejor les conviniera para el disco), pero luego seguía desarrollándose en más y más conciertos. Al final, si escuchas una misma canción la primera y la última vez que la tocaron, te encuentras con que reconoces la melodía principal y con que el principio y el final más o menos coinciden, pero por el medio puede suceder cualquier cosa, y puede durar cualquier cantidad de minutos. Es increíble la capacidad que tenían para llevar un tema de paseo por donde les daba la gana, darle vueltas, acelerarlo, ralentizarlo, añadirle intensidad, quitársela, y finalmente traerlo de la manita hasta donde querían.

Como decía más arriba, voy despacio, mucho más desde que descubrí que para pasar de un álbum al siguiente tengo mil horas de material en el medio. A día de hoy, pasados nueve meses, aún voy por el Meddle, cuyo celofán mantuve intacto hasta hace dos semanas. Pero eso sí: de los cinco anteriores ya te puedo tararear todas las canciones, explicarte las letras y contarte anécdotas de su composición y grabación, además de enumerarte todas las grabaciones que se quedaron por el camino y decirte dónde las puedes encontrar para que las disfrutes tanto como lo estoy haciendo yo.

Sunday, August 12, 2018

Lecturas del 2017

Durante los primeros meses del 2017 terminé El perfume de Adán y The Hidden Europe, que había empezado en el 2016 y los mencioné en la recopilación de ese año. Como no tengo nada que añadir a lo que ya dije sobre ellos, no voy a volver a incluirlos en esta lista. También omito tebeos de Lucky Luke o Mortadelo y Filemón que se leen en una hora, y los libros «de verdad» los divido en dos grupos:


Libros de música

Ninguno lo leí entero, sino que leí algunos cachos que me interesaban más, y de vez en cuando agarro uno y busco algo concreto. Como me conozco y sé que funciono por arroutadas, en la próxima arroutada que me dé por un tema musical, leeré otro cacho del libro correspondiente, y así. Algunos ni siquiera están pensados para leer de corrido.