Tuesday, March 3, 2015

La pérfida Albión I: Londres


Una vez más estoy escribiendo en un tren, porque lo que tiene un viaje en tren es que es un momento maravilloso para escribir si tienes un portátil a mano. Desta volta me dirijo de Londres a Vieja York. El propósito de mi viaje es visitar el festival vikingo de Jorvik y otros lugares relacionados con la historia vikinga de la isla: Fulford, Stamford Bridge y, con suerte, Lindisfarne. Para completar la ruta completa me falta Hastings, pero eso ya está muy lejos, y en cualquier caso esos ya eran vikingos afrancesados que claramente molaban menos (¿qué Esopo, qué zorra, qué uvas?). Ese es, como digo, el propósito; la excusa, como en varios de mis mejores viajes, un concierto de Moonsorrow; la oportunidad, unos días sin clase; y las guindas del pastel son ver a mis amigos Leo en Londres y Andrew en Durham. El plan completo no lo voy a contar todavía; polo de agora voy a referir sólo lo que sucedió so far.

Ayer, domingo 15 de febrero de 2015, fui con mis padres a Oporto, porque tenía que coger el avión allí y aprovechamos para pasar el día, o al menos una parte, con mi amiga Joana, que nos llevó a comer bacalhau y una francesinha y a dar una vuelta por la ciudad. A las cuatro y poco estaba en el aeropuerto, y tras unas horas de esperas, revista de a bordo de Ryanair y Blind Guardian (estoy enamorado del disco que acaban de sacar) aterricé en el aeropuerto de Stansted, desde donde un microbús me llevó a Baker Street —la de Sherlock Holmes— y a Leo, mi jefe en The Breathless Sleep, a quien aún no conocía en persona. Eran ya las diez y media. Fuimos a su casa, que no está lejos de allí, a dejar la maleta y a continuación nos fuimos a dar un paseo nocturno por Camden y a tomar algo en un par de pubs. Luego una hamburguesa para cenar y a casa a dormir.

Por la mañana nos levantamos a las 10. Otro paseo por Camden, esta vez con gente y tiendas abiertas; me compré un disco de Queen de grabaciones en directo en la BBC entre 1974 y 1977 y un tebeo al que ya le había echado el ojo hace meses y que tenía planeado llevarme a casa de este viaje: To End All Wars, una colección de veintipico relatos verídicos (supuestamente) de la Primera Guerra Mundial plasmados por múltiples guionistas y dibujantes. La edición es bastante elegante, además. Luego
¿Lo ves?
volvimos a casa, cogí la maleta y fuimos a la estación de King's Cross a dejar aquella en la consigna (diez libracas por dejarla más de tres horas) y a sacar de la máquina los billetes que j'avait comprés por internete. Después de eso fuimos a comer guarradas a un Burger King y a cambiar euros a libras estertóreas y, finalmente, a un bar con sala de conciertos donde iba a tocar el grupo español Toundra (supongo que mientras escribo estas líneas, a las once de la noche, estarán acabando, o acabarían hace poco), a cuyos miembros entrevistamos; en un par de semanas estará el vídeo en el Youtube. En realidad los entrevistó él, yo sólo miré e hice fotos y aporté un cacharrín de mp3 para grabar el audio pegado con celo a un poste de la luz que había al lado. Junto con el audio de la propia cámara y el del teléfono de Leo, a poco más y puede hacer una versión 5.1 de la entrevista. [Al cierre de esta edición ya había publicado un teaser.]

Leo pretendía invitarme al concierto, pero no pudo ser porque yo tenía tren en King's Cross a las diez, así que al poco rato de acabar de grabar y recoger nos tuvimos que despedir. No estuvimos juntos demasiado tiempo pero, como me suele ocurrir allá donde voy, me trató mil veces mejor de lo que me merezco. Tengo en la mochila ahora mismo, además, el juguete con el que saqué la foto que encabeza esta entrada; no digo ná y lo digo tó...





Esta tipa es un holograma chungo que habla.
«Putos ingleses, así ganan todas las guerras»,
acertó a decir Leo tras reponerse de la impresión inicial
.

2 comments:

  1. Me he quedado con la sensación de que esta entrada de blog está a medias.
    Sheila Calavera

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  2. Concho, pues claro, ¡aún quedan ocho días más por relatar! :D
    Abel Fémur

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