Vítali, cartógrafo de profesión, o algo muy parecido, me estuvo dibujando planos la noche anterior y explicándome cómo llegar al centro y lo que allí hay. Mencionó unas treinta mil iglesias y catedrales, cada una de su padre y de su madre: que si jesuita, que si católica griega, que si armenia, que si ortodoxa de no sé dónde... Por allí también están la ópera y el ayuntamiento. Así que, cuando llegamos, y tras comprar los billetes para la vuelta y para Slavske, me dispuse a visitar el centro. Me recomendó coger el tranvía —valen el 1 y el 9, especifico por si a alguien le vale de algo— pero decidí ir a pie porque es muy
fácil: primero vas hasta la iglesia gótica que ves enfrente nada más salir de la estación, luego giras a la izquierda, vas recto recto recto pasando un siniestro y envejecido circo hasta llegar a la ópera, ahí giras a la derecha y en cinco minutos más ya llegaste al ayuntamiento. Todo este paseo, que me llevó unos veinte minutos, lo pasé mirando maravillado todo lo que me rodeaba. Es un lugar en el que no me gustaría nada vivir, pero para visitar es extraordinario, al menos para un español. Si quieres ver una ciudad de los años cuarenta, no necesitas una máquina del tiempo: te basta con un billete de tren o avión a esta parte de Europa. Calles adoquinadas, transportes destartalados, edificios polvorientos... Contrastan un poco los coches, que en su mayoría, y como cabe esperar, son modernos. Saqué montones de fotos de estas calles, pero no captan en absoluto la atmósfera que se respira allí, if you get my point.
El circo de los horrores |
La plaza encabezada por el edificio de la ópera está bastante guay. Algunos arbolitos, una fuente, estatuas. Me compré un helado en un puesto ambulante por
aquello de poder decir que me compré un helado frente a la ópera de Lviv, pero fue una mierda pinchada en un palo: me costó aproximadamente euro y medio (carísimo para esa ciudad) y la “bola” que le puso, ni llenó el cucurucho por dentro, ni sobresalía del mismo, ni tapaba la abertura en su totalidad. Seguí buscando el ayuntamiento. Cuando consideré que debía de estar muy cerca, entré en un sitio a preguntar; no supe decirlo, pero le enseñé al tío el dibujín que me había hecho Vítali de la torre con la bandera y ya me supo orientar. Me di un paseíto, vi cosas que describiré en el siguiente epígrafe, comí una pizza acompañada de un zumo de melocotón en un restaurante y volví a la estación a coger el tren para Slavske.
La ópera y su plaza |
Mientras estaba en el tren de vuelta recibí un mensaje de Julia, una chavala de Lviv con la que había contactado vía CouchSurfing. Fue una agradable sorpresa porque en varios días no había contestado a mi último mensaje y yo no tenía su teléfono, así que ya no contaba con ella. Quedamos entre los dos leones de la puerta del ayuntamiento; cogí un tranvía (jrivna y media, quince céntimos de euro) y fui directo para allá.
El centro es una chulada. El ayuntamiento está rodeado por cuatro estatuas, una en cada esquina, de dioses griegos: Adonis, Anfítrita, Artemisa y Poseidón. La mayoría de edificios tienen tres ventanas en cada piso; Julia me contó que eso es porque antiguamente cobraban un fuerte impuesto a quien los construyera más anchos. Hay uno
que tiene cinco, que perteneció a un filántropo al que le permitieron hacerla sin cobrarle extra como agradecimiento a todo lo que le había dado a la ciudad. No sale en la foto, está un poco más a la derecha, lo siento. El primer día pululaban por allí dos mozas, cada una con un gracioso vestido y una pamela, vendiendo caramelos que, curiosamente, sabían a caramelo. A lo negro que le echas por encima al flan. A azúcar quemado. Creo que nunca había probado ninguno. Besides, había una especie de autobús abierto por los lados en el que la gente se sentaba en taburetes mirando hacia dentro y pedaleaba para que avanzara.
Iglesias, como dije, hay unas ocho o diez. La más chula de todas es la católica griega, que no tengo muy claro si es iglesia o catedral. Su interior está decorado de manera bastante bonita, con frescos en el techo. Hay pocas sillas y sólo se sientan los viejiños; lo normal es oír la misa de pie. En ucraniano hay dos palabras que significan iglesia, pero una se refiere a las polacas y la otra, a las… no sé, a las que no son polacas. Una de las palabras es церква (tserkva) y la otra es костьол (kostol), pero tampoco recuerdo cuál es cuál. Detrás de esta iglesia, el primer día había un mercadillo de libros, sellos y billetes antiguos, pero el segundo no porque estaba de lluvia. Y lo más gracioso es que en el medio de todas esas catedrales e iglesias hay un edificio que antiguamente era un puticlub, como atestiguan los altorrelieves que tiene tallados, que representan, alternativamente, una tipa en pelotas y un tipo haciéndose una paja.
Edificios de tres ventanas de anchura |
Iglesias, como dije, hay unas ocho o diez. La más chula de todas es la católica griega, que no tengo muy claro si es iglesia o catedral. Su interior está decorado de manera bastante bonita, con frescos en el techo. Hay pocas sillas y sólo se sientan los viejiños; lo normal es oír la misa de pie. En ucraniano hay dos palabras que significan iglesia, pero una se refiere a las polacas y la otra, a las… no sé, a las que no son polacas. Una de las palabras es церква (tserkva) y la otra es костьол (kostol), pero tampoco recuerdo cuál es cuál. Detrás de esta iglesia, el primer día había un mercadillo de libros, sellos y billetes antiguos, pero el segundo no porque estaba de lluvia. Y lo más gracioso es que en el medio de todas esas catedrales e iglesias hay un edificio que antiguamente era un puticlub, como atestiguan los altorrelieves que tiene tallados, que representan, alternativamente, una tipa en pelotas y un tipo haciéndose una paja.
Natasha, antigua profe mía de ruso con la que me sigo llevando, me dijo que probara el café de Lviv, que seica es muy bueno. Entre otras cosas me recomendó visitar la cafetería llamada Sinia Pliashka (ella me dijo Zelena Pliashka, es decir, botella verde en lugar de azul, lo cual provocó mucha risa tanto a Vítali como a Julia), recomendación que también me hizo Vítali, porque es elegante y porque tienen allí sacos de café y palas y te lo muelen en el sitio, o algo parecido. Esa es la gracia que tiene, porque el café tampoco es especialmente bueno, seica. Entré el primer día, pero el café me lo tomé con Julia en otro sitio. Pedí algo de nombre similar a lvivski kofe y no me gustó demasiado, la verdad. Tenía todo el poso en el fondo; se conoce que primero echan el café molido y luego el agua hirviendo encima. Sé que esta manera de prepararlo no es exclusiva de allí, pero nunca la había probado y no me hizo gracia el invento, no.
Otro sitio que visitamos fue la farmacia más antigua de la ciudad, que si no recuerdo mal data del siglo XVII, sigue funcionando como tal en la actualidad y se puede visitar por un precio no muy alto. Hay lo que te puedes esperar: aparatos antiguos como básculas, embudos, distintos recipientes,
Cocina alquímica farmacéutica |
Cuando se acercó la hora de irme nos dirigimos a la parada de tranvía. No daban pasado ni el 1 ni el 9 y yo ya me estaba poniendo nervioso, porque menuda gracia me iba a hacer perder el tren de las 21:30. Echamos a andar apurados hasta que cogimos otro que no lleva a la estación, pero al menos
Criptogramas |
Y en ese momento, amigos míos, fui tremendamente feliz.
Aaah!! Pero cogiste el tren o no? Qué suspense!
ReplyDeleteUn abrazo
Jajaja pues claro que lo cogí, man, si no no habría una entrada de Budapest del día 13 y no terminaría aquí la parte de Lviv.
ReplyDeleteOh, claro! Qué despiste!
ReplyDeleteAlgunos de los criptogramas con forma de triángulo son como los símbolos de las "magias" que tiene Geralt de Rivia
ReplyDeleteCreo que en su momento eran símbolos científicos internacionales, o como los quieras llamar. A mí me hacen pensar en alquimia y esas cosas... De todos modos, los triángulos de fuego, aire, agua y tierra, o como rayos sea el orden, dos hacia arriba y dos hacia abajo, dos con línea horizontal atravesándolos y dos sin ella, salen incluso en un atlas gordo que tenemos en casa. O sea que seguro que los del Witcher los sacaron de ahí.
ReplyDeleteCómo má molao esta entrada, siii señooorrr, y las fotos también claro, vaya sitio curioso ;-)
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